El término “cuántico” hace referencia a la teoría y fenómenos de la física cuántica. Esta ciencia estudia las partículas subatómicas y las leyes que rigen su comportamiento. En el ámbito cuántico, las partículas no actúan como objetos sólidos clásicos, sino que pueden existir simultáneamente en varios estados, conocido como superposición cuántica. Las partículas cuánticas también pueden entrelazarse, de modo que el estado de una influye instantáneamente en otra, incluso si están separadas por grandes distancias. La teoría cuántica ha llevado al entendimiento de fenómenos como la dualidad onda-partícula, la interferencia cuántica y la incertidumbre en la medición de partículas subatómicas, con aplicaciones en computación cuántica, criptografía cuántica y tecnología de sensores.
Se afirma que somos seres energéticos que existimos dentro de un cuerpo físico, basándonos en diversas tradiciones espirituales y filosóficas. Estas enseñanzas sostienen que somos, esencialmente, energía o conciencia que experimenta el mundo a través del cuerpo físico. Nuestro cuerpo físico es visto como una manifestación temporal y limitada de nuestra verdadera naturaleza espiritual, con una energía vital o esencia espiritual que se considera eterna, existiendo antes y después de la vida actual. Algunas tradiciones sugieren que nuestra energía espiritual puede haber tenido múltiples vidas. El concepto del alma como parte espiritual e inmortal de un individuo se alinea con estas creencias, donde se considera que el alma encarna en un cuerpo físico para aprender y evolucionar a través de experiencias de vida. Como seres espirituales, se piensa que podemos expandir nuestra conciencia, conectarnos con planos superiores de existencia y experimentar bienestar y paz más allá de lo físico. Prácticas como la meditación y el yoga se enfocan en desarrollar esta conexión. Sin embargo, esta noción no es necesariamente científica y varía según creencias y religiones individuales. Cada persona tiene derecho a su interpretación y perspectiva sobre nuestra existencia.
Hay una correlación entre cuerpo, mente y espíritu, donde un desequilibrio en uno afecta a los otros. Investigaciones sugieren que estamos constituidos por varios cuerpos sutiles entrelazados. Eric Baronne, un investigador francés al que admiro y sigo, propone que existen 18 cuerpos, cada uno con sus cerebros, sentidos y estados de conciencia. Según esta teoría, un cambio en uno puede afectar a los demás. Baronne también menciona la existencia de una energía magna que no solo proviene de los alimentos, sino también de la interacción con el Yo superior, el cosmos, Dios, etc., llamada bioenergía, que circula por canales y meridianos, concentrándose en centros energéticos o vórtices, como los 7 chakras conocidos.
La relación entre frecuencia y velocidad es tal que a mayor frecuencia, mayor es la velocidad de las vibraciones, y más corta la longitud de onda. En la física cuántica, el término “cuántico” deriva de “cuanto”, la mínima cantidad de energía que una partícula puede emitir o absorber. Max Planck, Niels Bohr, Werner Heisenberg, Erwin Schrödinger y Paul Dirac, junto a Albert Einstein, son figuras clave en el desarrollo de esta ciencia. A nivel cuántico, las propiedades de las partículas subatómicas, como el espín, se promedian y se pierden en el ruido térmico y el comportamiento colectivo, no observándose a escala macroscópica. Sin embargo, alteraciones a nivel cuántico pueden repercutir en un nivel más grande, manifestando la ley hermética “como es arriba es abajo; como es adentro es afuera”.
La idea de que somos energía y vibramos en frecuencias sugiere que, al modificar nuestra energía, impactamos en los planos espiritual, mental y físico. El primer principio del mentalismo establece que todo es mental; estamos interconectados con el universo. Esta interconexión también se refleja en las enseñanzas bíblicas, como el Génesis, donde se afirma que todo lo existente fue creado y se manifiesta en el plano terrenal. Según la ley de causa y efecto, todo pensamiento, sentimiento y acción tiene consecuencias. Nuestras emociones, manifestadas por nuestros pensamientos, son cruciales en esta interacción con el universo.
En mi trayectoria, siempre me incliné hacia el servicio a los demás, lo que me llevó a estudiar medicina y luego terapias alternativas como el reiki. Me interesé en el coaching ontológico y la integración bioemocional, comprendiendo que muchas enfermedades son consecuencias de conflictos no resueltos. A través de la meditación y el estudio de la física cuántica, he integrado diversas técnicas en mis terapias, como el uso de equipos de resonancia magnética cuántica y bioescáneres cuánticos. Estos dispositivos, junto con prácticas como el Reiki y la Radiestesia, me permiten interactuar con el campo electromagnético de las personas y contribuir a su sanación y bienestar.
Finalmente, quiero enfatizar que todos tenemos la capacidad de reconectar con nuestra fuente y desarrollar talentos extraordinarios. Te invito a descubrir tu propósito de vida y experimentar por ti mismo la extraordinaria naturaleza de nuestro ser.
El Amor es lo de mayor frecuencia vibracional cuando vibras en amor se alinea la mente y el corazón y te transformas en un ser sano,abundante y pleno